EDUCAR EN IGUALDAD

 LOS ESTEREOTIPOS EN LA INFANCIA Los estereotipos, según la Psicología Social, se definen a grandes rasgos como juicios o creencias basadas en categorías que dependen del contexto en que se generan. Pueden ser positivos o negativos y a veces se relaciona con un prejuicio (conjunto de creencias y juicios negativos asociados a un colectivo o grupo social). Los estereotipos tienen diversas funciones, entre las que destacan: facilitar la identidad o la pertenencia a un grupo social (González Gabaldón, 1999). En base a ello, se crean estereotipos de género, presentes desde tiempos antiguos hasta la actualidad en nuestra sociedad. Y los cuales afectan de diferente forma a las personas que viven en la sociedad por el mero hecho de categorizarlas en función de su sexo biológico. Estos efectos se comienzan a notar desde el nacimiento en todas las personas: hombres, mujeres, personas sin género o género fluido. Y pueden afectar a los rasgos de personalidad, expectativas, inadaptación social, vio

¿CÓMO PUEDO LLEVAR LA COEDUCACIÓN A MI PRÁCTICA PERSONAL O PROFESIONAL? Desde mi perspectiva, la coeducación abarca todos los aspectos de la persona, ya que los valores igualitarios forman parte del mundo laboral, económico, educativo, social, científico, etc. Por ello considero que puede abordarse desde multitud de acciones y enfoques, pero sí bien es cierto que para mí, la principal forma de coeducar es DAR VOZ A LAS PERSONAS, para visibilizar, para concienciar, para cambiar y para progresar hacia una igualdad real y efectiva en derechos y oportunidades. Desde el ámbito personal, considero que practicar la escucha activa es esencial, especialmente escuchar a las mujeres, no interrumpir su discurso o permitir la expresión libre de ellas. No sé si esto te suena, pero esta realidad ocurre en forma de micromachismo en las relaciones personales, los círculos profesionales, los debates políticos e incluso en las aulas.  ¿Sabías que esta práctica tiene nombre?¿Conocías el "manterruptin

LA SUBCULTURA DE MUJERES Adoro el espacio privado que surge en un grupo de mujeres, en ese preciso momento y en ese lugar exacto donde nace la confianza, la libertad y sororidad entre nosotras. Ha sido un espacio de transformación que desde bien pequeñitas hemos sabido crear para apoyarnos en nuestras vidas. A veces me pregunto por qué los hombres no han aprendido a generar sus propios espacios de apoyo mutuo o por qué no le dan el valor que significa para nosotras.  Y me pongo a reflexionar sobre ello, sobre la sociedad actual para las mujeres y sobre la vida de nuestras antepasadas. Quizá exista una subcultura de las mujeres, que ha perdurado en el tiempo como modo de supervivencia. Una subcultura de mujeres que ha sabido crear un espacio para el conocimiento y transformación, pero desde lo privado, desde los hogares y desde la voz baja. Una subcultura de mujeres que surgió en respuesta de la opresión, de la violencia, de la exclusión en la vida pública. Por eso hoy quiero poner en v

   MI DIARIO DE APRENDIZAJE: MI ABUELA, UNA MUJER SIGNIFICATIVA Mi nombre es María García Jurado y estoy estudiando el Curso Educar en Igualdad (5ª edición). Me interesa mucho formarme en este ámbito, ya que estudié Educación Social y me apasiona el trabajo con menores, la prevención y el cambio social. Hoy, tras profundizar un poco en la situación de las mujeres a día para realizar la primera actividad, he pensado en primer lugar en mi abuela materna. Una mujer relevante en mi vida ya que ha calado profundamente en mi ser. Hoy quiero presentarla: Se llama Elena y nació en un cortijo en mitad de las Sierras Subbéticas. En su infancia trabajaba en el campo, criaba pavos, lavaba la ropa en la Fuente de Morellana y no tenía tiempo para descansar. Ella quería que el maestro rural le enseñara a leer, pero al ser niña no tuvo la oportunidad, así que a los 25 años decidió aprender por sí misma; y a los 51 se apuntó a la escuela de adultos. Aún recuerdo cuando por primera vez me leyó un poema